RUBÉN BRAVO PRADOS

Voy a presentarme con una confesión: siempre quise ser rockero, arqueólogo y astrónomo (y hacer horas extra como cazafantasma) y, aunque no he llegado a dedicarme de momento a ninguna de estas cosas, he de reconocer que tengo algo de todo eso: doy el cante con asiduidad, soy profesor como Indiana Jones (y admito que a veces me cuelo por las ventanas de las clases) y un culo inquieto que siempre anda con la cabeza en la luna, llena de estrellas y meteoritos. 

Descendiente de andaluces y extremeños, nací en 1983 en Mataró (Barcelona), una ciudad costera del Maresme. Desde pequeño garabateaba libros de mates llenándolos de dibujos y con el tiempo ese camino me llevó a licenciarme formalmente en Bellas Artes. Tras algunas vueltas de la vida, actualmente soy docente de educación secundaria en artes visuales.

No sólo de las artes plásticas vive este peregrino de pelo tieso: la música siempre ha sido otro de mis motores vitales. Desde siempre he estado en varios proyectos musicales y hoy día sigo pegado a una guitarra berreando por los campos y praderas del mundo. 

La vida para mí es una maravillosa aventura. Que trato de vivir con curiosidad, asombro e intentando a mi ritmo que merezca ser vivida, amándola y siendo amado por ella. Simplemente creo que vale la pena caminarla sin miedo, llenándola de amor y arte allí donde vaya, haciendo las cosas de corazón de la mejor manera posible y compartiendo este tiempo y espacio tratando de dejar un rastro de luz. Este libro es un intento de ello.

¡Ah, sí! Y soy un enamorado del Camino de Santiago... Por si no lo habíais notado.